Por el pulgar de esa “posible” ave de la isla de Rodríguez, desaparecida desde el siglo XVIII, y en homenaje a sus hábitos solitarios, nombramos la colección de libros de ficción. En ésta publicamos novelas, cuentos, autoficciones y demás obras que el límite de nuestra imaginación nos impida concebir como reales.